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PROMOCIÓN EXTERIOR

El mercado de Kazajistán, a examen

Por Felac Innova 15 Octubre 2019

En busca de oportunidades de negocio, fabricantes españoles de maquinaria para hostelería han viajado a este país centroasiático donde empieza a despuntar el turismo.

Kazajistán fue la última república de la antigua Unión Soviética en proclamar su independencia
Fuente: Adobe Stock

En Kazajistán el número de establecimientos hoteleros crece a un ritmo trepidante. Según se desprende de los últimos datos de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Kazajistán (KAGIR por sus siglas en inglés), solo en los últimos cinco años la planta hotelera ha pasado de los 2.056 hoteles a los 3.540 actuales. Un aumento que viene impulsado por el crecimiento de la cifra de visitantes, que entre el 2014 y el 2018 ha crecido un 45% llegando a los 5,5 millones –repartidos entre un 85% de procedencia nacional y un 15% extranjera–.

Motivada por ese incipiente desarrollo turístico y por el hecho de que Kazajistán ocupa una posición de liderazgo económico en la región de Asia Central, la Asociación de Fabricantes Españoles Exportadores de Equipamientos para Hostelería y Colectividades (AFEHC) organizó en septiembre una misión comercial a este país con la colaboración de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Almaty.

Esta primera misión comercial a Kazajistán tuvo por objetivo que los fabricantes españoles de maquinaria de hostelería participantes –Caff, Fagor Industrial, Infrico y Sammic– diesen a conocer la oferta española en equipos de hostelería entre importadores y distribuidores locales. El viaje de negocios estuvo enmarcado dentro del Plan Sectorial de Internacionalización de Equipamiento para Hostelería 2019 diseñado por la asociación AFEHC en colaboración con ICEX España Exportación e Inversiones.

Un mercado dependiente de la importación
Kazajistán, independiente de la antigua Unión Soviética desde 1991, es un país relativamente joven. Su reducida población, de 18 millones de habitantes, supone un límite al tamaño del mercado potencial al tratarse del noveno país más extenso del mundo.

A Kazajistán, adherido a la Organización Mundial del Comercio (OMC) desde el 2015, le rodea un buen clima de negocios: ocupa la nada desdeñable posición número 28 –dos puestos por delante de España– en la clasificación del Banco Mundial sobre facilidad para hacer negocios Doing business 2019 que analiza 190 países.

Hotel Double Tree by Hilton Almaty
Fuente: © 2019 Hilton

Consultados por Felac Innova sobre Kazajistán, los participantes en la misión comercial coinciden en afirmar que es un mercado difícil pero donde pueden encontrarse oportunidades de negocio.

Según Dragan Cerkez, export area manager para Europa Central y del Este de Infrico, “nos encontramos ante un país sin industria nacional muy dependiente de la importación”. Así lo confirma el informe Equipamiento hotelero en Kazajistán elaborado por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Almaty, el cual revela que la producción de maquinaria hostelera apenas supone el 0,54% de la producción industrial total.

Tal como señala Manuel Sánchez Melero, consejero económico y comercial de la Embajada de España en Almaty, “Rusia y China son los principales socios comerciales de Kazajistán dada la cercanía geográfica y los menores costes logísticos y, en el caso de China, por la oferta de precio”.

Kazajistán está integrada en la Unión Económica Euroasiática (UEE) con cuatro países más

Kazajistán, junto con Rusia, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán, forma parte de la Unión Económica Euroasiática (UEE), espacio único de libre circulación de mercancías, capitales y mano de obra. En ese sentido, Israel García, gerente de Caff, considera que la integración de Kazajistán en la UEE ofrece efectivamente la posibilidad de abarcar un mercado mayor, “a la vez que puede restar oportunidades a los proveedores de terceros países porque los productos pueden llegar a Kazajistán desde Rusia”.

En opinión de Manuel Sánchez Melero, Kazajistán es un mercado más accesible que otros cercanos como China o Rusia, aunque más modesto. No obstante, recomienda tener en cuenta que Kazajistán puede utilizarse para la reexportación a otros países de Asia Central o incluso al resto de ex repúblicas soviéticas.

Vista de Almaty, ciudad más poblada de Kazajistán y capital del país hasta 1998
Fuente: Adobe Stock

La distancia geográfica y un mercado de precio: principales obstáculos
Para Israel García, el escollo más importante para establecer relaciones comerciales con el mercado kazajo es la distancia geográfica. “Logísticamente es difícil llegar por los kilómetros que nos separan y por la complicación de la ruta desde España”, comenta.

Precisamente en el terreno de la logística, Manuel Sánchez Melero apunta que, dado que tanto el transporte como los trámites aduaneros de exportación deben ser por cuenta del comprador porque sería complicado para un europeo gestionarlos directamente, resulta deseable llegar a acuerdos ex works –cláusula de comercio internacional mediante la cual las partes aceptan que el vendedor deje la mercancía en la instalación de origen y el comprador gestione el transporte de la misma hasta su destino–.

La otra gran dificultad es que nos encontramos ante un país donde el precio se convierte en el factor determinante en la compra. “Es un mercado que busca precio y en el que predominan los productos rusos, chinos y turcos, mientras que los productos europeos llegan principalmente desde Rusia”, afirma Alfonso Acha, director de exportación de Sammic.

Esta misión comercial ha permitido a la delegación española conocer cómo funciona el mercado kazajo, cuyo idioma de trabajo es el ruso, e identificar a los principales actores en la distribución de equipamiento para hostelería. “Hay pocas empresas de gran tamaño, y en general no hemos detectado un alto conocimiento de los productos por parte del importador ni por parte del usuario. Tampoco existe reputación del producto español como tal”, afirma Juan Garate, sales area manager para Asia Central de Fagor Industrial.

A ese respecto, el consejero Manuel Sánchez Melero asegura: “Los clientes de equipamiento hostelero en Kazajistán no tienen una clara imagen de marca española debido a que nuestras exportaciones en este sector son modestas, lo que sin embargo se identifica y en ocasiones se exige es la marca europea, sin especificar el país de procedencia”.